

Viernes, 28 de
Diciembre, 2007
Periódico QueQui
QuintanaRoo
Mente Positiva
LA ILUMINACIÓN:
ELEVARSE POR ENCIMA
DEL PENSAMIENTO
¿Para sobrevivir en
este mundo no es
esencial el
pensamiento?
Su mente es un
instrumento, una
herramienta. Está
ahí para utilizarla
en una tarea
específica y cuando
se termina la tarea,
hay que dejarla de
lado. Como se usa
ahora, yo diría que
el ochenta o noventa
por ciento del
pensamiento de la
mayoría de las
personas es, no sólo
repetitivo e inútil,
sino que por su
naturaleza
disfuncional y a
menudo negativa,
gran parte de él es
también perjudicial.
Observe su mente y
descubrirá que esto
es verdad. Ella
causa una pérdida
grave de energía
vital.
Este tipo de
pensamiento
compulsivo es en
realidad una
adicción. ¿Qué es lo
que caracteriza a
una adicción?
Simplemente esto:
usted ya no siente
que puede elegir
detenerse. Parece
más fuerte que
usted. También le da
una sensación falsa
de placer, placer
que invariablemente
se convierte en
dolor.
¿Por qué habríamos
de ser adictos al
pensamiento?
Porque usted está
identificado con él,
lo que significa que
usted deriva su
sentido de sí mismo
del contenido y la
actividad de su
mente. Porque cree
que dejaría de ser
si dejara de pensar.
Según crece, usted
forma una imagen
mental de quién es
usted, basada en su
condicionamiento
personal y cultural.
Podemos llamar a
este ser fantasmal
el ego. Consiste en
actividad mental y
sólo se puede
mantener activo por
medio del
pensamiento
constante. El
término ego
significa diferentes
cosas para las
diferentes personas,
pero cuando lo uso
aquí significa un
falso ser, creado
por la
identificación con
la mente.
Para el ego, el
momento presente
casi no existe. Lo
único que se
considera importante
es el pasado y el
futuro. Esta
inversión total de
la verdad es la
causante de que en
su "modalidad ego",
la mente sea tan
disfuncional. Está
siempre preocupada
de mantener el
pasado vivo porque
sin él ¿quién es
usted? Se proyecta
constantemente hacia
el futuro para
asegurar su
supervivencia y para
buscar algún tipo de
alivio o de
realización en él.
Dice: "Un día,
cuando esto, aquello
o lo de más allá
ocurra, voy a
sentirme bien,
feliz, en paz".
Incluso cuando el
ego parece estar
ocupado con el
presente, no es el
presente lo que ve:
lo percibe en forma
completamente
errónea porque lo
observa con los ojos
del pasado. O reduce
el presente a un
medio para lograr un
fin, un fin que
siempre está en el
futuro proyectado
por la mente.
Observe su mente y
verá que así es como
funciona.
El momento presente
tiene la clave de la
liberación. Pero
usted no puede
encontrar el momento
presente mientras
sea su mente.
No quiero perder mi
capacidad de
análisis y
discriminación. No
me molestaría
aprender a pensar
más claramente, en
forma más
concentrada, pero no
quiero perder mi
mente. El don del
pensamiento es lo
más precioso que
tenemos. Sin él,
seríamos solamente
otra especie animal.
El predominio de la
mente no es más que
una etapa en la
evolución de la
conciencia.
Necesitamos pasar
urgentemente a la
próxima etapa; si
no, seremos
destruidos por la
mente, que se ha
convertido en un
monstruo. Hablaré
con más detalle
sobre esto después.
Pensamiento y
conciencia no son
sinónimos. El
pensamiento es sólo
un pequeño aspecto
de la conciencia. El
pensamiento no puede
existir sin la
conciencia, pero la
conciencia no
necesita al
pensamiento.
La iluminación
significa levantarse
por encima del
pensamiento, no caer
a un nivel inferior
del pensamiento, el
nivel de un animal o
una planta. En el
estado iluminado,
usted todavía usa su
mente pensante
cuando la necesita,
pero en una forma
mucho más enfocada y
efectiva que antes.
La usa sobre todo
con fines prácticos,
pero está libre del
diálogo interno
involuntario y hay
una quietud
interior. Cuando
usted usa la mente y
particularmente
cuando se necesita
una solución
creativa, usted
oscila unos cuantos
minutos entre el
pensamiento y la
quietud, entre la
mente y la no-¬mente.
La no¬-mente es
conciencia sin
pensamiento. Sólo de
esta forma es
posible pensar
creativamente,
porque sólo de esta
forma el pensamiento
tiene poder real. El
pensamiento solo,
cuando no está
conectado con el
reino mucho más
vasto de la
conciencia, se
vuelve estéril
rápidamente,
insensato,
destructivo.
La mente es
esencialmente una
máquina de
supervivencia.
Ataque y defensa
contra otras mentes,
recoger, almacenar y
analizar
información, eso es
en lo que es buena,
pero no es creativa
en absoluto. Todos
los artistas
verdaderos, lo sepan
o no, crean desde un
lugar de no-¬mente,
de quietud interior.
La mente entonces da
forma a la visión o
impulso creativo.
Incluso los grandes
científicos han
dicho que sus
grandes logros
creativos llegaron
en un momento de
quietud mental. Así
pues, yo diría que
la sencilla razón
por la que la
mayoría de los
científicos no son
creativos, no es
porque no saben
pensar sino ¡porque
no saben cómo dejar
de pensar!
No fue por medio de
la mente, del
pensamiento, como el
milagro de la vida
sobre la tierra o el
de su propio cuerpo,
fueron creados y se
sostienen. Hay
claramente una
inteligencia
trabajando que es
mucho más grande que
la mente. ¿Cómo
puede una simple
célula humana que
mide 1/1.000 de
pulgada contener
instrucciones en su
ADN que llenarían
mil libros de
seiscientas páginas?
Cuanto más
aprendemos sobre el
funcionamiento del
cuerpo, más
descubrimos cuán
vasta es la
inteligencia que
funciona en él y qué
poco conocemos.
Cuando la mente se
vuelve a conectar
con esto, se vuelve
una herramienta
sumamente
maravillosa.
Entonces le sirve a
algo más grande que
ella misma. -Eckhart
Tolle
LA BELLEZA DE ESTE
PROCESO
La Diksha de la
Unidad es una
transferencia de
energía divina que
nos ayuda a salir
del conflicto y del
sufrimiento,
llevándonos a
estados de paz
interior, gozo,
alegría y Unidad.
La energía del
Diksha es universal
y para todas las
tradiciones
espirituales.
Aumenta tu habilidad
para conectarte
desde tu corazón con
el Divino y con las
personas que amamos.
Muchos han reportado
que después de
recibir Diksha
experimentan
sanación en todos
los niveles, así
como un poderoso y
continuo despertar
espiritual. Las
personas buscan
armonía y felicidad.
Hemos descubierto
que sí es posible
vivir en un estado
de libertad interna
permanente.
La Diksha de la
Unidad: inicia el
proceso de despertar
La Presencia Divina
en ti, conduciéndote
hacia la Unidad. Ver
la realidad de lo
que eres en cada
momento, sanar tu
cuerpo, tus
relaciones,
reconocer la
divinidad en la
experiencia del
presente…
El despertar de la
Conciencia es la
capacidad de
percibir la realidad
tal como es sin las
interferencias e
interpretaciones de
la mente. Es un
simple proceso
neurológico que
puede ocurrir en un
solo instante.
El despertar de la
Conciencia consiste
en dejar de
interpretar lo que
ocurre. Para una
persona con la
Conciencia despierta
la vida se convierte
en algo muy
ordinario. Andas, y
estás andando;
comes, y estás
comiendo. El
despertar de la
Conciencia no
consiste en tener
experiencias
extraordinarias,
sino en reconocer lo
extraordinario de
cada momento.
Antes, la mente
hacía miles de
interpretaciones
sobre cualquier
suceso, pero ahora
sólo queda la
experiencia misma.
En éste estado
Divino puedes
experimentar
conscientemente con
tu ser Divino y en
Unidad a Dios. Puede
ser una experiencia
grande como una
explosión de amor o
alegría, mucho más
profunda que un
placer mundano.
Cuando llegas a este
estado de Ser, ésta
conexión con Dios,
el Divino, el
Absoluto, has
alcanzado lo máximo
que la tierra puede
ofrecer.
Tú, tu libertad y tu
liberación del
sufrimiento es lo
más importante para
mí.
EXPERIENCIAS
Éstas son algunas de
las experiencias de
la gente que han
recibido la energía
“Bendición de la
Unidad” (Diksha):
Mi experiencia en
este ejercicio fue
el de sentir una
gran energía
electrizante que
recorría mi cuerpo.
Al igual que un gran
peso que desbordaba
hasta el grado de
llorar al final.
Sentí mucho calor a
veces frío. Las
manos sentían que se
hinchaban. Ve un ojo
con mirada triste
que se apagaba poco
a poco. También vi
morado y amarillo.
Cuando me tocaba
sentía calambres que
me entraban por los
pies. Bendito sea
corazón de Jesús,
por darme señales de
tu luz, que estas
con migo. R. Armida
Vega Vázquez. |